Todo lo que fue imprescindible
apareció revuelto,
configurando un espectáculo visual,
que ni el azar lo hubiese dispuesto más ordenado.
Función artística conceptual
que hubiere merecido la pena,
conservar en su disposición,
para enseñanza de crédulos.
Quizás primero fue el tresillo
fuente de tantas
y tan variadas alegrías,
más tarde,
caerían sillas,
cojines, plantas, cuadros
recreando una cascada de desdén.
La gente de la calle,
lo observó con un sentimiento
de sorpresa y displicencia;
vaya a ser que si uno suelta algo
sea él, el próximo.
La performance, duró todo un día
y la mañana del siguiente.
El pueblo desfiló silencioso,
salvo algún cachondo que
mirando con sorna prefirió
irse rápido.
De lo que parece fue una larga convivencia,
todo cupo en apenas 3 metros cuadrados.
Extracto seco de todo un vida.
El camión llego perezoso,
dos empleados bajaron
y en 10 minutos se consumó
el final.
Allí, en su destino, se unieron
con otras muchas historias
y en 24 horas ardieron
todas amorosamente unidas.
¿Aunque, porqué no?
es probable
que solo hubiera sido
una humilde reforma.
¿Aunque, porqué no?
es probable
que solo hubiera sido
una humilde reforma.
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