Llega otro año,
¿nuevo?
No lo sé.
Yo no lo creo.
Ya no me engañas
con tus luces de colores.
Muchos piden fantasías;
yo, que no me quiten
las pocas que tengo.
Y aquí, sí,
una vez más,
esperándote.
Ya no me impacientas,
ni te hago propuestas,
ni creo en dragones,
ni escucho recetas.
Simplemente,
paso una hojas
del calendario.
¿Sabes por qué?
Porque se que también te irás
por donde has venido,
y que como otros,
con tus cuentos e historias,
te harás viejo.
Y vuelta a empezar.
Ya he comprendido tus guiños.
Ya no me engañas, querido.
Eso si, aunque así sea,
vuelve por favor.
Vuelve de nuevo.
Que mañana es martes y toca...
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