-pensó-
esa es la vida.
Abajo, tus padres, tu niñez,
los juegos nítidos, el olor
reconocible, esos colores
auténticos, las fiestas
evocadoras con tus primos.
Arriba, tu pequeña historia
de abundantes fracasos y éxitos sin trascendencia.
Acaso un amor
y alguna que otra pasión imposible,
que quiere tirar.
Añade a eso los sueños
que lo hinchan todo,
y como no,
esos agujeros
que provocan las pérdidas
y que con la edad se agrandan.
(Seguro que sabes a lo que me refiero)
La historia te puede parecer negativa,
pero yo soy un tío muy positivo
y de buen rollo,
siempre trato de hincharlo.
Así que,
puedes pincharlo
(y entonces Game Over)
o volver de donde vienes
(Play again).
Yo te anticipo
que el mejor final es
una cervecita
en cualquier banco de los derrotados....
quedan plazas libres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario