Me miró,
la miré,
enseguida comprendimos
que estábamos ahí
el uno para el otro.
Era el momento perfecto,
la hora exacta,
así que... click.
El sonido rompió la magia.
Ella siguió comiendo,
indiferente.
Yo, le comprendí.
Por atrás,
la vida seguía.
Amazing.
Enero 2017
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